Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Casa QL está situada en un sector principalmente residencial del sur de Portugal, en Algarve, una de las zonas más emblemáticas de la región. Desde este sitio se puede observar todo el panorama que lo rodea, ocupado por campos de golf, villas, las calles y en el fondo, el mar.
El proyecto se presenta como un equilibrio de volúmenes y una propuesta de integración paisajística. La articulación de dos volúmenes superpuestos y perpendiculares no sólo generan una particular dinámica espacial, sino también diferentes relaciones visuales entre el lleno y el vacío, entre la luz y la oscuridad, entre las áreas privadas, semiprivadas y las vistas a los alrededores.
Las dos plantas y el sótano de la vivienda configuran el programa funcional: un jardín, piscina, sala de verano, sala de estar y comedor, instalaciones sanitarias, cocina y cocina de verano, cuatro dormitorios, una oficina y una sala de juegos.
El área de circulación se compone de una escalera continua junto a un jardín interior, que permite iluminar todo el interior de la casa. Este jardín provoca que todos los espacios interiores tengan contacto directo con el exterior y con la luz natural.
Los volúmenes se desarrollan para crear relaciones efectivas y claras entre los espacios internos y externos.
Las habitaciones en el primer piso se orientan hacia el entorno verde y aprovechan la terraza de la cubierta de la sala y cocina, creando zonas de contemplación en la planta superior. El volumen de las habitaciones se proyecta hacia ambos lados del límite del piso inferior.
Por un lado, el conjunto alberga la entrada principal de la casa, y por el otro, una pérgola da sombra a la zona estanca junto a la piscina y a la sala de estar.
La entrada principal de la casa se materializa mediante una gran puerta, que acompaña la particular escala que caracteriza a la pieza arquitectónica.
Los volúmenes se conforman por muros de hormigón blanco, que pretenden imitar la relación cromática que existe entre los edificios de esta región de Portugal. Esta articulación se realiza en conjunto con un revestimiento natural de corcho, material característico portugués, que establece una relación entre el territorio y la volumetría. Las habitaciones tienen, en sus aberturas laterales, persianas metálicas a motor que filtran la luz sin obstruir la contemplación interna de los alrededores.
Esta intervención se basa principalmente en la valoración de la relación entre interior / exterior; la creación de complicidades entre el usuario y el espacio circundante.